La lipoestructura -también llamada hoy en día lipofilling– es una técnica quirúrgica descrita en 1994 por el cirujano plástico Sydney Coleman, de Nueva York. Se basa en la modificación tridimensional permanente de la anatomía, mediante el relleno con el propio tejido graso del paciente, previamente purificado. Precisamente esta es la técnica utilizada en cirugía facial para solventar el problema de los pómulos que no están lo suficientemente marcados o no tienen volumen. Pero además, se puede injertar grasa propia mediante la lipoescultura en otras áreas del rostro, por ejemplo para rellenar los surcos o depresiones faciales, aumentar los labios, borrar las arrugas de la sonrisa, etc.
La lipoestructura facial puede ser realizada ambulatoriamente con anestesia local y sedación, y no existen cicatrices perceptibles. La diferencia que el Dr. Sydney Coleman ha aportado con su técnica es conseguir resultados permanentes a muy largo plazo. Dicha técnica consiste en, mediante unas mínimas incisiones, extraer el tejido graso del propio paciente con unas cánulas específicas, que permiten succionar las células grasas con el menor traumatismo posible. A continuación, se centrifuga y procesa para conseguir una grasa purificada -donde el tejido graso se separa del suero y del aceite, aislándose la célula grasa que se infiltrará en la zona a rellenar-. Al tratarse de un implante” autólogo” (propio) es un tratamiento que presenta muy pocas contraindicaciones y grandes ventajas.
También es posible modelar la zona de los pómulos con implantes sólidos, con el mismo objetivo: dar mayor cuerpo y hacer más atractiva la forma de las mejillas. Se trata de diversos materiales sintéticos (silicona) que tienen diferentes formas y tamaños, para adaptarse a la estructura facial de cada persona. No obstante, la técnica de Coleman garantiza la aceptación por parte del cuerpo del implante utilizado ya que es grasa con células madre.
La primera visita a su cirujano plástico
En su primera visita usted tendrá por primera vez la oportunidad de informar a su cirujano plástico acerca de sus objetivos, es el momento de sincerarse y comunicarse de la forma más abierta posible. Explique sin reparos el por qué toma la decisión de someterse a una lipoestructura facial, y de cuáles son sus expectativas. También es importante que ofrezca algunos datos sobre su tipo de vida; es importante conocer sus actividades habituales, si practica algún deporte, si lleva una vida más o menos sedentaria, si su trabajo habitual es más o menos activo, etc. Con los datos que se obtengan de esta primera comunicación, nacerán las claves para ofrecerle un diagnóstico adecuado. Es el momento de examinarle minuciosamente, medir sus proporciones, analizar su rostro y obtener respuestas. Su cirujano plástico deberá ser lo más realista posible e informarle de las posibles soluciones y de las técnicas más adecuadas, y le facilitará datos acerca del tipo de anestesia y del hospital o clínica donde se efectuará la intervención, momento en el que usted ha de exponer sus dudas sin ningún reparo. Asimismo, el cirujano plástico deberá informarle de las condiciones del quirófano. Asegúrese de que el hospital cumple con todas las garantías y que cuenta con los servicios suficientes para afrontar cualquier imprevisto. No olvide nunca que su salud es lo primero. La comunicación cirujano-paciente debe ser lo más abierta y sincera posible, ya que en este primer contacto es cuando usted decidirá si el cirujano plástico que le acaba de examinar le ofrece la suficiente confianza para continuar con el proceso de someterse a un relleno facial con lipoestructura.
La técnica y la elección de las zonas a tratar
Para llevar a cabo una lipoestructura o lipofilling introducimos la cánula hasta el fondo de la zona a tratar, y se va repitiendo el procedimiento de abajo arriba, desde la profundidad a la superficie, dejando varias capas de células. Con esta técnica llamada a veces por los cirujanos “de siembra”, los adipocitos (células de grasa “limpias”) se depositan de la manera correcta, se injertan de modo que el organismo los incorpora como tejido propio.
La lipoestructura puede abarcar distintas zonas del rostro (alrededor de los ojos o de la boca, pómulos, mentón, labios, etc.), esculpiendo las diferentes áreas a tratar, dando volumen, rellenando hundimientos y borrando arrugas. En definitiva, se trata de mejorar la forma del rostro y dotarle de una mayor elegancia y juventud. Si cirujano examinará su rostro y le propondrá la mejor solución, ya que ésta depende en muchas ocasiones del origen del problema – adelgazamiento rápido y excesivo, envejecimiento prematuro por el sol, atrofias, traumatismos, reacciones a medicamentos, etc.-
El preoperatorio
Usted ya ha decidido dar el paso, y ahora comenzará a dar los pasos necesarios para proceder a su intervención con todas las garantías. En este punto, tanto mujeres como hombres, comienzan a sentirse nerviosos: no se preocupe por ello, es normal que sienta nervioso, así que guarde la calma y continúe con sus actividades diarias con total normalidad. La lipoestructura o lipofilling facial puede llevarse a cabo ambulatoriamente con anestesia local más sedación, aunque esta es una decisión que deberá tomar su cirujano.
Deje de fumar, el tabaco es muy perjudicial y los tejidos necesitarán aportaciones extras de oxígeno para regenerarse con la mayor rapidez posible, su salud se lo agradecerá y su cicatrización siempre será mejor.
Si en lugar de lipoestructura se va a realizar un implante sólido, lo que implica una incisión en la zona bucal, es importante que el equipo médico tenga un informe de su odontólogo, ya que sepa si tiene problemas dentales o de encías probablemente necesitará un tratamiento previo a la intervención. En cualquier caso, el paciente ha de prepararse psicológicamente para asumir después sin problemas los cambios que experimentarán sus rasgos faciales.
Procedimientos antes de la operación
Unos días antes de la fecha prevista para la intervención, su cirujano plástico comprobará que los datos resultantes de las pruebas que le prescribió son lo suficientemente seguros para continuar con el proceso.Si usted es una persona sana, no habrá problema para continuar y su cirujano plástico le citará definitivamente para el día y hora de la operación. Hasta esa fecha, continúe su vida con absoluta normalidad.
El día de la operación
Y llegó el día tan esperado. Es normal que los días anteriores usted se haya encontrado un poco más nervioso de lo habitual. Aun así procure descansar la noche anterior todo lo que pueda, aunque es perfectamente comprensible su nerviosismo. Por la mañana, realice su aseo corporal con un jabón neutro y evite cremas hidratantes. Retire la pintura de las uñas de pies y manos. Entre sus objetos personales para acudir al hospital, no olvide su neceser de aseo, unas zapatillas y un simple pijama o camisón. Una vez efectuado el ingreso, se le entregará ropa interior aséptica y el cirujano dibujará en su rostro unas líneas que servirán de guías para la intervención. Posteriormente la zona a intervenir se limpiará cuidadosamente y se recubrirá con una solución compuesta por yodo y otras sustancias, las cuales servirán para desinfectar toda la zona a intervenir. Entonces conocerá al equipo de anestesistas, y aquí comienzan los preliminares de la intervención.
El postoperatorio
Después de la intervención, ya que ésta es ambulatoria, no se necesita ingreso hospitalario, por lo que sólo quedará ingresado unas pocas horas tras la operación. Le colocarán un pequeño vendaje donde le hayan realizado el injerto graso, para que éste no se mueva accidentalmente. De todas formas tendrá que guardarreposo relativo durante la primera semana, así como aplicarse compresas frías o bolsas de gel heladas de la manera que le indique su cirujano. Tenga en cuenta que esta intervención necesita una inmovilidad postoperatoria de las zonas tratadas – por lo estará contraindicado el masaje durante los primeros días-, porque que la grasa injertada necesita revitalizarse para permanecer en su nueva ubicación.
Durante los primeros días de postoperatorio, quizá le cueste un poco mover la boca, reírse e incluso hablar. Todo ello es absolutamente normal, no se preocupe. Asimismo, notará que las zonas rellenadas están hinchadas, pero poco a poco esta inflamación irá disminuyendo. Los puntos se le retirarán a los 7 días aproximadamente. También pueden aparecer edemas (hematomas), algunos quizá le parezcan grandes, pero todos irán desapareciendo a partir de los quince días aproximadamente. Todas estas molestias son habituales, y pueden aliviarse en gran medida con la medicación que su médico le prescribirá y también con los drenajes linfáticos – que ayudarán a ir borrando el tono morado de su piel debido a los hematomas-.
La vuelta a la rutina
Durante los días siguientes a salir del hospital, irá sintiéndose cada vez con más fuerzas para recuperar sus hábitos diarios. Al principio quizá se encuentre algo hinchada debido a los fluidos que se administran en la intervención. Como hemos comentado en el epígrafe anterior, as áreas tratadas tendrán hematomas, y puede que sienta hinchazón, insensibilidad o dolor, aunque éste remitirá con la medicación que le habrán prescrito. Sin embargo, con el paso de los días la recuperación se hará cada vez más evidente y, con toda probabilidad, a los 15 días de la intervención ya se sentirá con ganas de volver a sus ocupaciones normales.
Recomendaciones para después de la operación
Los hematomas y la hinchazón irán desapareciendo entre los 15 días y el primer mes de postoperatorio, aunque hasta los tres meses puede que se perciba una ligera inflamación, que es cuando realmente podrán apreciarse los resultados definitivos de la cirugía y la forma rejuvenecida de su rostro. Con el paso del tiempo, las células grasas (adipocitos) se habrán cohesionado con los tejidos de la zona donde han sido injertadas.
No haga esfuerzos físicos y evite posibles actividades que puedan accidentalmente golpearle la cara (por ejemplo, jugar al tenis). Es importante guardar estas y otras precauciones para conseguir unos resultados definitivos óptimos y lo antes posible. Su propio cuerpo -al mover el cuello, al gesticular…- le irá avisando de los movimientos que puede hacer, recuperando su actividad poco a poco. Tenga en cuenta que cada persona tiene un ritmo de cicatrización diferente, así que no existe una norma general para todas las mujeres operadas de lipofilling o lipoestructura facial. Su recuperación dependerá de este ritmo.