Puede realizarse de manera aislada o junto a otras cirugías del rostro, como el lifting cérvico-facial o el lifting frontal. El objetivo es borrar el aspecto cansado y envejecido de la mirada. Estos rasgos a veces tienen carácter hereditario, o se generan por el simple paso del tiempo.
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La primera visita a su cirujano plástico para la blefaroplastia
En la primera visita usted tendrá por primera vez la ocasión de informar a su cirujano plástico acerca de sus objetivos. Es el momento de sincerarse y comunicarse de la forma más abierta posible. Exponga sin reparos el por qué toma la decisión de someterse a una blefaroplastia, y de cuáles son sus expectativas. También es muy importante que informe sobre su tipo de vida; es importante conocer sus actividades habituales, si practica algún deporte, si lleva una vida más o menos sedentaria, si su trabajo habitual es más o menos activo, etc. Con los datos que se obtengan de esta primera entrevista, nacerán las claves para ofrecerle un diagnóstico adecuado. Es el momento de examinarle de forma minuciosa, medir sus proporciones analizando su rostro y obtener respuestas. También deberá aportar información adicional como si lleva gafas o lentes de contacto, y es muy conveniente que se someta a una revisión oftalmológica. Su cirujano plásticodeberá ser lo más realista posible e informarle de las posibles soluciones y de las técnicas más adecuadas, y le facilitará datos acerca del tipo de anestesia y del hospital o clínica donde se efectuará la intervención,momento en el que usted ha de exponer sus dudas o inseguridades sin ningún reparo. Asimismo, el cirujano plástico deberá informarle de las condiciones del quirófano. Asegúrese de que el hospital cumple con todas las garantías necesarias y que cuenta con los servicios suficientes para afrontar cualquier imprevisto. No olvide nunca que su salud es lo más importante de todo. La comunicación cirujano-paciente debe ser lo más sincera y abierta posible, ya que en este primer momento es cuando usted decidirá si el cirujano plástico que le acaba de examinar le ofrece la suficiente confianza para seguir con el proceso de someterse a una blefaroplastia.
La elección de la técnica y las zonas a tratar
En una misma intervención, se pueden operar uno, dos, tres o incluso los cuatro párpados a la vez. Existen, a su vez, dos técnicas: la blefaroplastia superior o por vía externa, mediante la cual se extirpa el exceso de piel de los párpados superiores con una incisión en forma de elipse, con el fin de que la cicatriz (una sutura muy fina que además sirve para tensar la piel) quede escondida en el pliegue de ambos párpados; y la blefaroplastia inferior o por vía transconjuntival, donde se extirpan las” bolsas” grasas a través de la mucosa interna del párpado inferior -sin necesidad de realizar incisiones en la piel-. A la hora de llevar a cabo esta segunda técnica, y para no dañar el ojo, se coloca una lentilla de protección ocular antes de realizar la incisión. En este caso, la sutura no es necesaria ya que la mucosa interior cicatriza por sí misma, y no queda cicatriz exterior.
En algunas ocasiones, el exceso de grasa retirado se puede utilizar para rellenar la zona de las llamadas “ojeras”, si la paciente tiene dicha área hundida o de aspecto huesudo.
A veces, es necesario combinar la vía externa y la transconjuntival con mucha pericia cuando hay un sobreexceso de piel, es decir, extirpando las bolsas de grasa por vía transconjuntival y el exceso de piel por vía externa.
El preoperatorio de blefaroplastia
Usted cuando ya ha decidido de operarse para rejuvenecer su mirada mediante una blefaroplastia, comenzará a dar los pasos necesarios para proceder a su intervención con todas las garantías. En este sentido, tanto mujeres como hombres, comienzan ahora a sentirse nerviosos: no se preocupe por ello, es normal que sienta algo intranquilo, pero guarde la calma y continúe con sus actividades diarias con toda normalidad.
En la primera consulta preoperatoria, su cirujano evaluará exhaustivamente el estado de sus ojos, para lo que también estudiará los resultados de la revisión que le haya realizado su oftalmólogo. El cirujano identificará asimismo las zonas de depósitos grasos y evaluará las condiciones de la piel (o el exceso de ésta) en sus párpados. Además, como en cualquier intervención quirúrgica, es necesario que se realice un análisis de sangre, una radiografía de tórax y un electrocardiograma. Todo ello le será prescrito por su cirujano plástico.
Deje de fumar. El tabaco es muy perjudicial y los tejidos necesitarán aportaciones extras de oxígeno para regenerarse con la mayor rapidez posible, su cuerpo se lo agradecerá y su cicatrización siempre será mejor.
Procedimientos antes de la operación de blefaroplastia
Unos días antes de la fecha fijada para la intervención, su cirujano plástico comprobará que los datos resultantes de las pruebas preoperatorias son lo suficientemente seguros para continuar con el proceso. Si usted es una persona sana, y su informe oftalmológico lo permite (producción correcta de lágrimas, estado ante posibles infecciones, etc.) no habrá problema para continuar, y su cirujano plástico le citará definitivamente para el día y hora de la operación. Hasta esa fecha, continúe su vida normalmente.
El día de la operación
Y llegó el momento tan esperado. Es normal que durante los días anteriores usted se haya notado un poco más nervioso o nerviosa de lo habitual. Aun así procure descansar la noche anterior todo lo posible, aunque es perfectamente comprensible su nerviosismo. Por la mañana realice su aseo corporal con un jabón neutro y evite las cremas hidratantes. Retire la pintura de las uñas de pies y manos si lleva. Entre sus objetos personales para acudir al hospital, no olvide un neceser de aseo, unas zapatillas y un simple pijama o camisón. Allí se le entregará ropa interior aséptica y el cirujano dibujará en su rostro unas líneas que servirán de guías para la intervención. Posteriormente, la zona a intervenir se limpiará cuidadosamente para desinfectar toda la zona a intervenir. Entonces conocerá al equipo de anestesistas, y aquí comienzan los preliminares de la intervención.
La blefaroplastia se realiza de forma ambulatoria, es decir, no es necesario el ingreso en el hospital, sólo permanecerá en observación unas horas después de la cirugía. La anestesia es local pero a usted le sedarán, por lo que permanecerá dormido durante la operación. Cuando ésta acabe, le aplicarán una pomada para lubrificar los ojos y le colocarán esparadrapos quirúrgicos.
El postoperatorio
Al salir de quirófano, quedará ingresado unas horas mientras su rostro se va adaptando a su nueva fisonomía.Dos o tres horas serán suficientes en intervenciones convencionales. Cuando su médico le permita, podrá levantarse e irse a su domicilio, guardando una serie de precauciones que el cirujano plástico le recomendará. Al principio, debe intentar mantener la cabeza todo lo erguida posible, y, mientras esté tumbado, puede ayudarse de unas almohadas para levantar un poco el cuello y la cabeza.
Deberá lavarse los ojos cuidadosamente, según le indique su cirujano. También es recomendable que se aplique compresas frías varias veces al día, con agua o infusión de manzanilla, siempre con los ojos cerrados. De este modo, se irá reduciendo la inflamación alrededor de las incisiones y se mantendrán limpios de las pequeñas secreciones que probablemente irán apareciendo -como un lagrimeo excesivo-. Durante los primeros días tras la intervención, puede notar ésta u otras molestias en los párpados (pequeños dolores, hematomas) y en los ojos (sequedad, visión algo borrosa o doble), las cuales se aliviarán con el paso de las horas y con la medicación que le hayan prescrito. También notará una hipersensibilidad a la luz en los primeros momentos postoperatorios.
La vuelta a la rutina
Durante los dos primeros meses aproximadamente, deberá proteger la zona operada de los rayos solares con gafas de sol que sean lo suficientemente grandes para que le cubran también por la zona de las sienes, y así mantener protegida la zona por todos los ángulos. Diez días después de la operación, los pequeños hematomas habrán desaparecido y podrá reincorporarse a su trabajo o a su rutina habitual. Y a partir de losquince días, podrá llevar una vida totalmente normal.
No es recomendable que realice actividades intensas durante las cuatro primeras semanas. Hay que evitar los movimientos bruscos que puedan desembocar en accidentales golpes en la cara. Su propio cuerpo le irá avisando de los movimientos que puede hacer, recuperando su actividad poco a poco. Tenga en cuenta que cada persona tiene un ritmo de cicatrización diferente, así que no existe una norma general para todas las personas operadas de blefaroplastia. Su recuperación dependerá de este ritmo.
Recomendaciones para después de la operación de blefaroplastia
Su cirujano, y también su oftalmólogo -al que deberá visitar para mayor control durante el periodo postoperatorio- le indicarán si ha de aplicarse colirio para hidratar los ojos. En cuanto a los puntos, en el caso de que se haya sometido a una blefaroplastia superior o por vía externa, se le retirarán cuando haya pasado la primera semana.