23 May La Carboxiterapia, una terapia versátil a la vez que efectiva en todos los tratamientos que ofrece
La carboxiterapia es un tratamiento que consiste en la aplicación de CO2 (Dióxido de Carbono) con fines terapéuticos y estéticos por vía subcutánea o transcutánea. Esta técnica tiene múltiples utilidades, que se pueden englobar en tres esferas principales: por un lado, eliminar la grasa localizada, la celulitis o la flacidez; además, tiene la propiedad de mejorar estéticamente marcas externas de la piel. Paralelamente, la carboxiterapia también se destina a rejuvenecer tanto el rostro como el contorno corporal. Sin embargo, el hecho de cumplir diversas funciones no implica que sea más útil en unas o en otras, sino que el valor añadido de este sistema radica precisamente en que produce muy buenos resultados en cada uno de los tratamientos para los que se utiliza.
Rejuvenecimiento
Los efectos internos de este tratamiento son, entre otros, favorecer la microcirculación sanguínea y linfática -es decir, se incrementa tanto el transporte de nutrientes hacia los tejidos como la eliminación de los restos celulares y sustancias de desecho celular-. Cuando este mecanismo no funciona correctamente, y si además la persona ha perdido colágeno, es cuando surgen las arrugas y la flacidez. En este punto la carboxiterapia juega un papel importante, ya que estimula la producción y reorganización de fibras de colágeno y elastina, para mejorar el tono, la turgencia y la elasticidad del tejido cutáneo. El resultado: una piel más fresca, renovada, y un aspecto más joven y luminoso.
Con este método se logra la reducción de líneas de expresión y arrugas en el rostro, cuello, escote o manos. Se trata de una terapia gradual, natural y segura. Asimismo, la carboxiterapia sirve para corregir las ojeras (que contribuyen a potenciar el aspecto envejecido de la cara): éstas aparecen como resultado de una congestión vascular -mala circulación sanguínea- que produce como consecuencia un exceso de pigmentación.
En dichos casos las inyecciones de dióxido de carbono provocan una vasodilatación que mejora la circulación y oxigena el fino tejido del párpado inferior.
Pérdida de grasa
La carboxiterapia actúa contra las adiposidades localizadas, la celulitis y la flacidez/descolgamiento. En el primer caso, para disminuir la grasa acumulada, este tratamiento provoca la movilización de la grasa almacenada en las células y su combustión, y se lleva a cabo inyectando la sustancia en el punto exacto donde se encuentra la adiposidad. Se recomiendan dos sesiones semanales, en ciclos de seis a diez sesiones. Paralelamente, la celulitis es un trastorno causado por la acumulación de grasa en la capa más superficial de la piel, circunstancia responsable de que se engrosen las paredes de las células formando una especie de “hoyuelos” (piel de naranja). La inyección en dicha área de este gas carbónico desencadena una instantánea vasodilatación, y se genera un aumento de la oxigenación y de la microcirculación de los tejidos, rompiendo de esta forma el ciclo que crea la celulitis. A su vez, tal como sucede con el tratamiento de grasa localizada, se estimula la combustión de las grasas (lipolisis). Finalmente, el aspecto de la piel mejora, se nota una disminución de volumen en la zona, y se alivian síntomas típicos de la celulitis como la hinchazón.
En lo que se refiere al tratamiento de la flacidez y el descolgamiento, la carboxiterapia no sólo actúa a nivel facial (por ejemplo en la conocida ‘papada’) sino también en el abdomen, brazos y piernas. Estudios científicos confirman que esta práctica no sólo mejora el flujo sanguíneo en la piel sino que favorece la producción de colágeno proporcionando una piel firme y saludable. De igual forma, también logra disminuir la grasa almacenada que hace peso y por tanto también provoca ese efecto “colgante/péndulo”. No obstante, en casos más graves de descolgamiento es adecuado recurrir a la cirugía -abdominoplastia para eliminar la piel sobrante del abdomen, lifting braquial para la de los brazos, y lifting crural para la de los muslos-.
Marcas cutáneas
Cicatrices, quemaduras, estrías -que son muy difícil de combatir -, acné, pequeñas varices y arañas vasculares, entre otras marcas cutáneas son problemas que resuelve la tercera área de acción del CO2 en la piel. En primer lugar, las estrías se atenúan en gran medida porque con este procedimiento se obtiene un incremento del colágeno y de las fibras elásticas de la piel así como una mejora de la circulación de la sangre: este último punto hace que se vaya reabsorbiendo el tejido fibroso de la estría de modo que pronto pueda volver a cicatrizar en condiciones óptimas. Realmente, existen muchos tratamientos con los que se han intentado suavizar las estrías pues éstas, por naturaleza, no desaparecen. La mayoría de estos tratamientos no obtienen ningún resultado. Es un hecho comprobado médicamente que, en este sentido, la carboxiterapia se presenta como la mejor de las alternativas, sobre todo cuando la estría aún tiene una tonalidad violeta.
Otro ejemplo es una incómoda, antiestética y- en ocasiones traumática- afección que puede tener la piel: el acné y sus secuelas, hecho que no es exclusivo de adolescentes sino también de adultos.
En cuanto a las marcas que dejan los granos y espinillas, este sistema de microinyecciones combate la fibrosis y mejora la calidad de la piel ya que la oxigena. Y si se trata de acné activo, disminuye el proceso inflamatorio y controla la proliferación bacteriana (causa directa del acné).
Dra. Nélida Grande
Colegiada nº 25.161
Doctora Especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética
CLÍNICA NÉLIDA GRANDE
Pi i Margall, 14
08208 SABADELL
Tel. 937 169 525
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CLÍNICA DIAGONAL
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