La medicina antienvejecimiento o antiaging realizada en un centro especializado y reconocido nos permite, con todas las garantías médicas, llevar a cabo retoques faciales sin necesidad de entrar a un quirófano.Eliminar pequeñas arrugas o manchas cutáneas, dar volumen a nuestros labios, borrar cicatrices, remodelar el rostro y, en general, rejuvenecer nuestro aspecto facial y nuestra mirada con resultados muy satisfactorios y previo diagnóstico médico, aunque en ningún caso son totalmente definitivos y son necesarias varias sesiones para completar el tratamiento, siempre bajo diagnóstico y supervisión médica.
El aumento de labios suele realizarse en personas que, por ejemplo, tienen unos labios demasiado finos o aplanados, mediante aplicaciones de un componente que, en realidad, segrega el propio organismo humano llamado Ácido Hialurónico. Con esta técnica, los labios de la paciente se pueden rellenar hasta conseguir que sean más gruesos y carnosos. Las mujeres han de tener en cuenta que lo que se pretende es lograr un resultado lo más natural posible, sin excesos que en el futuro puedan resultar antiestéticos.
En el lenguaje médico los labios son los bermellones, que por distintas razones (de nacimiento, por la edad…) pueden presentar un aspecto arrugado, sin volumen, con ligeras depresiones, etc. El aumento de labios es un procedimiento de medicina estética que, además de aportar grosor, permite al médico especialista remodelarlos para igualar los relieves, perfilar su contorno y otorgar firmeza. Los efectos tienen una duración aproximada de un año, por lo que se pueden hacer sesiones de retoque. Y aunque el resultado se puede observar de inmediato, los primeros días tendrá una leve inflamación y un enrojecimiento, aunque ambas pronto desaparecerán.
El aumento de labios no requiere hospitalización, pudiendo realizarse en el centro médico-estético de su confianza y que le ofrezca todas las garantías. No existe un preoperatorio específico, simplemente mantenga sus labios limpios y sin maquillar el mismo día de la infiltración.
Para corregir estas pequeñas anomalías en los labios también se pueden usar injertos de grasa propia purificada.
Los pómulos (también denominados malares) son los huesos que hay bajo nuestras mejillas, y que dan forma a la zona del tercio medio facial. Sin embargo, cuando los pómulos no tienen una estructura correcta, se han debilitado o hundido con la edad, son pequeños o tienen el volumen o la curvatura suficiente, provocan un aspecto de cansancio, envejecimiento y tristeza en el rostro. La lipoestructura -también llamada hoy en día lipofilling- es una técnica quirúrgica descrita en 1994 por el cirujano plástico Sydney Coleman, de Nueva York. Se basa en la modificación tridimensional permanente de la anatomía, mediante el relleno con el propio tejido graso del paciente, previamente purificado. Precisamente esta es la técnica utilizada en cirugía facial para solventar el problema de los pómulos que no están lo suficientemente marcados o no tienen volumen.
La lipoestructura facial puede ser realizada ambulatoriamente con anestesia local y sedación, y no existen cicatrices perceptibles. La diferencia que el Dr. Sydney Coleman ha aportado con su técnica es conseguir resultados permanentes a muy largo plazo. Dicha técnica consiste en, mediante unas mínimas incisiones, extraer el tejido graso del propio paciente con unas cánulas específicas, que permiten succionar las células grasas con el menor traumatismo posible. A continuación, se centrifuga y procesa para conseguir una grasa purificada -donde el tejido graso se separa del suero y del aceite, aislándose la célula grasa que se infiltrará en la zona a rellenar-. Al tratarse de un implante» autólogo» (propio) es un tratamiento que presenta muy pocas contraindicaciones y grandes ventajas.
El Ácido Hialurónico tiene la propiedad de retener una gran cantidad de agua, creando volumen ahí donde se inyecta y, por tanto, dejando la piel más tensa. Se utiliza para eliminar arrugas, rellenar pequeños surcos o zonas hundidas de la piel. El ácido hialurónico posee la capacidad de retener el agua en un porcentaje equivalente a miles de veces su peso. Es por ello que se emplea para hidratación de la epidermis ya que reconstituye las fibras que sostienen los tejidos de la piel. En la farmacopea de numerosos países se utiliza como cicatrizante de heridas y úlceras mediante aplicación tópica.
Este material, además de alisar los pliegues subcutáneos estimula la producción de colágeno, lo que multiplica y prolonga el resultado rejuvenecedor. El ácido hialurónico se inyecta donde no hay músculo justo bajo la piel donde está la arruga. Este ácido es una molécula presente en la matriz intercelular de los tejidos, dotando de elasticidad a la piel y dando volumen. Además, tiene la gran ventaja respecto al colágeno: no produce alergias y no necesita test previos. La piel absorbe la sustancia sin rechazarla, ya que este tipo de ácido se produce en el interior de nuestro organismo de forma natural.
Su permanencia media es de 6 a 12 meses, pero ello depende de los tipos de piel, de las zonas, de las cantidades inyectadas, pero también de los cuidados y costumbres del paciente. La técnica que se emplea son las infiltraciones, que son suaves inyecciones intradérmicas mediante las cuales se efectúan los rellenos sin necesidad de cirugía. La vuelta a sus actividades normales es inmediata y no se necesita hacer reposo.
En cuanto a las diferentes zonas donde realizar dichas infiltraciones antiedad, éstas se aplican sobre todo para:
Las infiltraciones de ácido hialurónico se pueden combinar con otros tratamientos para optimizar resultados, en sesiones donde se alternan diferentes sustancias y técnicas.
Gacias a este producto, las arrugas del rostro que surgen por las contracciones de los músculos se minimizan debido a que la musculación facial deja de contraerse gracias. La técnica que se emplea son las infiltraciones, pequeñas inyecciones intradérmicas mediante las cuales se efectúan los rellenos sin necesidad de cirugía, y si el paciente lo desea es muy recomendable ir haciendo rellenos de recordatorio. A diferencia del ácido hialurónico, este tratamiento no tiene efectos inmediatos, sino que comienza a revelar sus efectos una vez pasados entre dos y 10 días, aproximadamente. Sus resultados (una nueva expresión facial relajada y joven) duran entre seis meses y un año, aunque también depende de cada caso concreto. La vuelta a las actividades normales es inmediata y no se necesita hacer reposo.
En cuanto a las diferentes zonas donde realizar dichas infiltraciones, éstas se aplican sobre todo para:
Estas infiltraciones se pueden realizar junto con otros tratamientos para optimizar resultados. Por ejemplo, para un tratamiento facial completo, se pueden combinar con la mesoterapia (vitaminas), con ácido hialurónico (para tensar la piel de forma inmediata) y/o con radiofrecuencia (que incrementa los niveles de colágeno), en sesiones que alternan las distintas sustancias y técnicas. El efecto que se consigue es una mejora notable de la expresión facial. Consulte los packs prediseñados a medida de cada paciente en nuestra clínica.
Las pequeñas arrugas también pueden tratarse con Mesoterapia, un proceso que se basa en la administración de vitaminas y minerales vía intradérmica. La mesoterapia es un tratamiento que consiste en administrar pequeñas dosis de vitaminas, minerales, aminoácidos y productos en la piel, mediante microinyecciones. Se requiere de un tratamiento con varias aplicaciones -entre 5 y 10, por lo general- ya que se van liberando paulatinamente las grasas y toxinas de nuestra dermis, mejorando la circulación sanguínea. Por tanto, los resultados no son inmediatos, los irá notando progresivamente. Una vez finalizado el ciclo de sesiones, los resultados duran entre seis meses y un año, aunque también depende de cada caso concreto. El tratamiento se puede realizar de forma manual o mediante una especie de pistolas que ayudan en el proceso.
Para corregir arrugas y surcos más prominentes se pueden usar injertos de grasa propia purificada. La lipoestructura -también llamada hoy en día lipofilling- es una técnica quirúrgica descrita en 1994 por el cirujano plástico Sydney Coleman, de Nueva York. Se basa en la modificación tridimensional permanente de la anatomía, mediante el relleno con el propio tejido graso del paciente, previamente purificado.
La lipoestructura facial puede ser realizada ambulatoriamente con anestesia local y sedación, y no existen cicatrices perceptibles. La diferencia que el Dr. Sydney Coleman ha aportado con su técnica es conseguir resultados permanentes a muy largo plazo. Dicha técnica consiste en, mediante unas mínimas incisiones, extraer el tejido graso del propio paciente con unas cánulas específicas, que permiten succionar las células grasas con el menor traumatismo posible. A continuación, se centrifuga y procesa para conseguir una grasa purificada -donde el tejido graso se separa del suero y del aceite, aislándose la célula grasa que se infiltrará en la zona a rellenar-. Al tratarse de un implante» autólogo» (propio) es un tratamiento que presenta muy pocas contraindicaciones y grandes ventajas.
La lipoestructura puede abarcar distintas zonas del rostro (alrededor de los ojos o de la boca, pómulos, mentón, labios, etc.), esculpiendo las diferentes áreas a tratar, dando volumen, rellenando hundimientos y borrando arrugas. En definitiva, se trata de mejorar la forma del rostro y dotarle de una mayor elegancia y juventud. Si cirujano examinará su rostro y le propondrá la mejor solución, ya que ésta depende en muchas ocasiones del origen del problema – adelgazamiento rápido y excesivo, envejecimiento prematuro por el sol, atrofias, traumatismos, reacciones a medicamentos, etc.
La Radiofrecuencia (SISTEMA THERMAFINE) es una tecnología muy novedosa en aparatología médica. Las sesiones de radiofrecuencia consisten en tratar la flacidez y el envejecimiento de la piel de forma no-invasiva (sin cirugía ni anestesia) permitiendo rejuvenecer notablemente el rostro. Mediante un calentamiento gradual y la energización de las diferentes capas de la dermis, la radiofrecuencia consigue estimular los fibroblastos -células cutáneas- para que éstos generen un nuevo colágeno natural. De este modo se crea el efecto de contracción de la piel, y por tanto se reduce la flacidez. Las aplicaciones con este tipo de aparato estético son indoloras, y el paciente tan sólo experimentará una leve sensación de calor en las zonas concretas donde se está realizando en ese momento el tratamiento.
El efecto de tensión en la piel, y por tanto también la disminución de las arrugas, se va apreciando gradualmente según avanzan las sesiones. Su médico le informará de cuántas son necesarias en su caso para obtener un óptimo rejuvenecimiento de la piel. El resultado de la RF – Diatermia se aprecia en dos fases: la primera y la más inmediata es la contracción del colágeno existente, y la segunda tarda unas semanas en ir acentuándose, hasta lograr el máximo efecto una vez pasados los tres primeros meses, que es cuando se completa la formación del nuevo colágeno.
La Radiofrecuencia facial, en definitiva, redefine el ovalo del rostro, levanta los pómulos y las cejas, rebaja la llamada «papada», y remodela el contorno de los ojos.
La carboxiterapia es un tratamiento que consiste en la aplicación de CO2 (Dióxido de Carbono) con fines terapéuticos y estéticos por vía subcutánea o transcutánea. Esta técnica tiene múltiples utilidades, pero en cuano a rejuvenecimiento, los efectos internos de este tratamiento son, entre otros, favorecer la microcirculación sanguínea y linfática -es decir, se incrementa tanto el transporte de nutrientes hacia los tejidos como la eliminación de los restos celulares y sustancias de desecho celular-. Cuando este mecanismo no funciona correctamente, y si además la persona ha perdido colágeno, es cuando surgen las arrugas y la flacidez. En este punto la carboxiterapia juega un papel importante, ya que estimula la producción y reorganización de fibras de colágeno y elastina, para mejorar el tono, la turgencia y la elasticidad del tejido cutáneo. El resultado: una piel más fresca, renovada, y un aspecto más joven y luminoso.
Con este método se logra la reducción de líneas de expresión y arrugas en el rostro, cuello, escote o manos. Se trata de una terapia gradual, natural y segura. Asimismo, la carboxiterapia sirve para corregir las ojeras (que contribuyen a potenciar el aspecto envejecido de la cara): éstas aparecen como resultado de una congestión vascular -mala circulación sanguínea- que produce como consecuencia un exceso de pigmentación. En dichos casos las inyecciones de dióxido de carbono provocan una vasodilatación que mejora la circulación y oxigena el fino tejido del párpado inferior.
La tecnología LPG tiene como filosofía descubrir y sacar a la superficie de forma natural el potencial de belleza que cada persona tiene por sí misma. Como terapia antienvejecimiento facial, gracias a la acción de la LPG la tez recobra un aspecto luminoso. Debido a una estimulación precisa, la piel «se despierta» y sale del letargo ocasionado por la edad, de modo que recupera su juventud y tersura desde el interior -mediante las células de nuestro cuerpo responsables de ello-. De este modo de suavizan notablemente las arrugas faciales, activándose la producción natural de colágeno y elastina. 20 años de estudios y avances tecnológicos avalan este exclusivo tratamiento.
La hidratación profunda es un tratamiento que tiene como objetivo preparar la piel del rostro, cuello y escotede la mujer (o del hombre) para llevar a cabo procedimientos de medicina estética y que los resultados sean notablemente mejores y más duraderos en el tiempo. En CLÍNICA NÉLIDA GRANDE hemos personalizado este concepto y ofrecemos este tratamiento con las acciones y las sustancias que consideramos que aportan las soluciones idóneas para nuestras pacientes.
Esta técnica, que está compuesta de varias fases, comienza aplicando sobre la paciente una limpiadora jabonosa para efectuar una limpieza básica, tras la cual se le administra una loción hidratante y humectante(con el fin de restablecer el grado de humedad que necesitamos en la piel tanto por dentro -con la hidratación- como por fuera -con la humectación-). A continuación, se realiza una exfoliación facial para que penetren mejor los productos que incluye este proceso de hidratación profunda.
Tras estos primeros pasos comienza el masaje facial, que tiene una duración de entre 15/20 minutos. Para esto se utiliza una crema regenerante, y es un masaje que resulta muy agradable y relajante que consigue resultados espectaculares. Inmediatamente después -para potenciar la regeneración de la piel- se expone al paciente a ‘bioestimulación lumínica’. Dicho método se basa diodos emisores de luz de banda estrecha de diferentes colores que estimulan las células dérmicas y epidérmicas. Ello contribuye al aumento de colágeno y elastina en nuestra piel, lo que conlleva una mejora en las arrugas. Asimismo, es muy efectiva en la lucha contra el acné y, además, un procedimiento muy recomendable antes del verano porque reduce la respuesta inflamatoria nociva de los rayos ultravioleta.
A continuación, se aplican unas gotas de un sérum que actúa como antioxidante e hidratante, así comovitamina C (también antioxidante). Y se finaliza con una mascarilla de ácido hialurónico, que se retira tras diez minutos. Por último, se practica un suave masaje. El efecto final es una piel más sana, luminosa y relajada. Los profesionales recomiendan realizar este tratamiento una vez al mes, para ayudar a mantener los resultados. Este tipo de tratamientos son un complemento perfecto para las personas que se están sometiendo a sesiones de medicina estética más radicales -donde se practican microinyecciones, por ejemplo-, de modo que la hidratación (tan efectiva y reconfortante) ayuda a que todo el proceso global sea mucho más llevadero y eficaz.
El Fotorrejuvenecimiento IPL es otro tipo de terapia no invasiva basada en la tecnología de ‘Luz Intensa Pulsada’. Ésta permite mejorar la textura y el tono de la piel, suavizando y eliminando las varículas (pequeñas venitas enrojecidas), manchas cutáneas (debido al paso del tiempo o a una excesiva exposición al sol) o incluso lasmarcas dejadas por el acné. Mediante la aplicación de puntos de luz láser, se logra que estas pequeñas anomalías se «autodestruyan» y se curen por sí solas, regenerándose así una nueva piel más luminosa. La minúscula «herida» que se produce con el IPL irá desapareciendo a los pocos días, lo que dejará ver el nuevo aspecto de la zona tratada. Paralelamente, con el fotorrejuvenecimiento también se consigue estimular la producción natural de colágeno y elastina de nuestra dermis.
Paralelamente, aplicando la Radiofrecuencia en un tratamiento combinado, también se consigue un fotorrejuvenecimiento facial al estimular la producción natural de colágeno y elastina de nuestra dermis. Hablamos de un tratamiento totalmente personalizado, ya que su médico programará la actividad del aparato basándose en las características de su piel y la forma de las manchas o imperfecciones a corregir. Como ocurre en la Radiofrecuencia, los resultados se irán apreciando paulatinamente sesión tras sesión, aunque en ningún caso se obtiene un efecto permanente. El IPL es prácticamente indoloro – puede notar unas ligeras molestias- y se realiza sobre todo sobre el rostro, cuello, escote y manos, aunque puede aplicarse en otras zonas del contorno corporal.
Denominada como «luz mágica», La terapia fotodinámica es una nueva técnica orientada a combatir, de una manera rápida y efectiva, afecciones de la piel tales como envejecimiento, manchas y acné. Mediante la aplicación de fotones de luz, se estimulan las capas más profundas de la piel. Los fotones de luz difieren en intensidad y color para cada una de las situaciones a tratar. El tratamiento consiste en la aplicación de un agente foto-sensibilizante, seguido de la iluminación del área a tratar con la luz correspondiente.
Con los tratamientos continuados de terapia fotodinámica se puede conseguir:
Se trata de una alternativa terapéutica eficaz y segura para problemas como el acné, rejuvenecimiento facial, cuperosis -pequeñas varices o venas varicosas en el rostro-, rosácea -enrojecimiento de la cara-, melasma -manchas oscuras cutáneas-, mejora de cicatrices quirúrgicas o de cualquier tipo, quemaduras, úlceras, vitíligo (blanqueamiento irregular de la piel), herpes y eczemas.
Las verrugas simples son lesiones cutáneas causadas por el llamado «virus del papiloma humano» (VPH). Una vez se ha contagiado el virus, éste puede estar latente y desarrollar la verruga en unas semanas o hasta varios meses después. Se pueden eliminar quirúrgicamente (pero sin ingreso hospitalario, de forma ambulatoria en un centro médico reconocido) tanto si están en las áreas más comunes como cara, la nuca, los pies, la espalda, la zona ano-genital, las axilas o en cualquier otra parte del cuerpo.
Asimismo, pueden presentarse en grupos de verrugas, los cuales también se pueden eliminar quirúrgicamente. El médico-cirujano estudiará su caso y le dará un diagnóstico previo estudiando la mejor dinámica para hacerlas desaparecer.
Con este tipo de cirugía local reparadora, su médico cirujano puede ayudarle a eliminar las cicatrices y disminuir notablemente su tamaño realizando puntos de cirugía plástica.
Se pueden crear orificios en orejas tanto para mujeres como hombres que no tienen agujeros para ponerse pendientes, o que quieren ponerse más. También se pueden reparar roturas en lóbulos rasgados, recomponiendo el orificio con cirugía plástica local.
«En definitiva, con estos tipos de tratamientos estéticos el paciente podrá remodelar, alisar, rejuvenecer y reafirmar su rostro de una forma natural, no invasiva. No obstante, los resultados se harán visibles poco a poco, sesión tras sesión.»