12 Mar Reconstrucción de pecho después de una mastectomía
La reconstrucción de pecho tras mastectomía es un proceso que tiene como objetivo renovar la autoestima de pacientes que han perdido una o ambas mamas (mastectomía bilateral) como consecuencia de un cáncer, ya que se reconstruye el seno -o los senos- a través de la introducción de implantes, entre otras técnicas empleadas y que explicamos en este artículo. La reconstrucción de pecho después de una mastectomía puede, además, ser inmediata, y realizarse en el mismo quirófano una vez se ha retirado el pecho canceroso. Pero si no es posible o no se recomienda en ese caso, también puede ser ‘diferida’, es decir, más adelante. En cualquier caso, se trata de una operación de cirugía reparadora que incluye un segundo paso donde se crea un nuevo conjunto areola-pezón, para que la reconstrucción sea completa y se logre un busto atractivo.
El impacto de una mastectomía en la mujer
Sea a modo de prevención o como parte del tratamiento del cáncer de mama, en muchas ocasiones las mujeres afectadas tienen que someterse al procedimiento de mastectomía, que es la extirpación quirúrgica de la mama. Pero no siempre se retira toda la glándula mamaria; puede extraerse solamente una parte.
De cualquier modo, este tipo de cirugía suele generar un impacto psicológico negativo en la paciente, que se queda sin uno o ambos pechos. Pero esta problemática se soluciona con la intervención de reconstrucción de pecho. Tras realizarla, se pueden resolver los síntomas físicos o emocionales (frustración, tristeza, enfado, depresión…) provocados por la mastectomía.
Pensemos que el hecho de perder uno o los dos senos afecta notablemente a la percepción propia de la imagen corporal, y ello se puede extender a sus relaciones sociales y de pareja. Pero, como decimos, al recuperar el pecho se suelen invertir estos «puntos débiles» y recobrar el bienestar psicológico y todos los aspectos subyacentes.
Tipos de reconstrucción de pecho tras mastectomía
Veamos, a continación, las dos posibilidades que existen a la hora de iniciar un procedimiento de reconstrucción mamaria.
Reconstrucción inmediata
La reconstrucción de pecho después de una mastectomía se puede llevar a cabo de forma inmediata, como avanzábamos al comienzo de este post. Si el equipo médico da el visto bueno a esta opción, la mujer no se verá en ningún momento sin mamas. Esta solución quirúrgica responde al deseo urgente de las pacientes de no ver desvirtuada su figura tras la mastectomía, ya que en el mismo quirófano se realiza la reconstrucción.
Además, según los estudios al respecto, la reconstrucción mamaria inmediata (casi siempre con implantes) es oncológicamente segura y no incrementa las posibles complicaciones de la enfermedad. Pese a todas sus ventajas, no obstante, existe una condición para que sea posible efectuar esta operación: que los tratamientos, como los radiológicos, hayan concluido previamente.
Y en cuanto a técnicas, además de las prótesis y/o la introducción de grasa propia para remodelar óptimamente el busto, se injerta piel, y músculo si es necesario.
Reconstrucción diferida
En este segundo escenario se encuentran las mujeres que tienen la piel adherida al tórax porque no hubo una reconstrucción inmediata, y han podido pasar semanas o meses desde la mastectomía. Para abordar estas situaciones, hay que utilizar la técnica del expansor tisular, un método que permite que la piel se vaya estirando gracias a la introducción paulatina -con una válvula- de solución salina en la zona, de cara a crear el espacio que se necesita para colocar el implante.
Se trata, en todo caso, de un periodo largo, de unos seis meses aproximadamente, durante el cual la bolsa expansora va realizando su función. En ese momento es cuando se puede producir a la cirugía de reconstrucción, una vez conseguido el hueco necesario para la prótesis.
Reconstrucción de la areola y el pezón
Una vez practicada la operación reparadora, sea esta inmediata o diferida, se ha de tener un poco de paciencia antes de proceder a la creación de la nueva areola y el pezón. No tengas prisa; es mejor que los resultados de la cirugía anterior se asienten y no haya inflamación.
No es aconsejable reconstruir el complejo areola-pezón antes de que hayan transcurrido dos o tres meses, al menos. Y en cuanto a técnicas, aparte de las que se empleen en quirófano, puede ser recomendable a posteriori recurrir a la micropigmentación, un tipo de maquillaje semipermanente que imita incluso los relieves. Este método «replica con exactitud el color y la forma de la areola, así como la proyección del pezón», como indica nuestra especialista en micropigmentación oncológica Olga Grande, directora de Omicroart.
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