El pecho femenino

11 Jun El pecho femenino

El pecho de la mujer es y ha sido a lo largo de la historia una parte casi sagrada inherente a la feminidad. Como símbolo de belleza, de fertilidad, de sensualidad, de identidad y, al fin y al cabo, del complejo y rico sentido de autoestima personal que tiene cada mujer individualmente, los senos son protagonistas cuando se piensa en una bonita figura corporal. En el mundo de la cirugía plástica y estética, las intervenciones de mamas son tan frecuentes y variadas como los distintos casos que se presentan: aumento, reconstrucción, reducción, elevación o corrección, entre otros.

Unas mamas demasiado pequeñas, o con un grado de caída relevante, o directamente la ausencia de una de ellas tras un proceso tumoral, hace que la cirugía se convierta muchas veces en la solución definitiva para que la mujer se sienta mejor consigo misma y mejore sus relaciones personales. Gracias a los beneficiosos resultados de este tipo de intervenciones, el sentido estético se une a la mejora de la salud psicológica de la paciente, quien ve recuperada su autoestima y evitará traumas posteriores- o le ayudará a superar los que ya tenía-.
La cirugía mamaria más conocida, el aumento, resulta muy gratificante para las mujeres que tienen el pecho poco voluminoso o que lo tienen algo caído. La introducción de prótesis devuelve esa voluptuosidad que brindan unas mamas rejuvenecidas y de mayor talla. Los implantes mamarios también se utilizan para corregir deformaciones o reconstruir un seno que ha albergado un tumor y después ha sufrido una mastectomía. En estos casos, la intervención quirúrgica permite a la mujer recuperar su contorno y su figura, ya que el hecho de tener un seno amputado conlleva trastornos graves de depresión, pánico a mostrar el cuerpo desnudo… Quirúrgicamente, en determinadas ocasiones se puede llevar a cabo esta operación justo después de la mastectomía, lo que se conoce como Reconstrucción Inmediata: en el quirófano se coordinan dos equipos médicos (cirujanos plásticos y oncólogos), de modo que la paciente evitará el perjuicio de quedarse un largo tiempo sin uno de sus pechos.

Mastopexia
Esta palabra, que puede resultar desconocida, es una de las técnicas quirúrgicas que comparten otras dos operaciones de mamas que son decisivas para muchas pacientes: la reducción y la elevación. En ambas se practica habitualmente la mastopexia, que consiste básicamente en eliminar el exceso de piel que hay en los pechos demasiado grandes y/o caídos, sobre todo en señoras que ya han tenido hijos y que necesitan mejorar su fisonomía incluso por motivos de salud (dolores de espalda, etc..) La diferencia sustancial entre ambos procedimientos es que en la elevación, en ocasiones, tras retirar la piel sobrante se introduce un implante que contribuye a elevar el pecho, lo que no ocurre en la reducción. La mastopexia también se emplea la corrección de mamas tuberosas (en forma de tubo), la cual se resuelve, en casos graves, con una remodelación glandular interna que libera a la mama de su rigidez y le devuelve su aspecto redondeado natural.

Otras anomalías
Por último, hay muchas mujeres que, sin encajar en los perfiles de cirugía en cuanto a volumen o forma de la glándula mamaria, tienen pequeñas malformaciones como una areola demasiado grande o un pezón invertido (orientado hacia adentro). Para ellas la cirugía plástica y estética también tiene una solución, ya que un buen cirujano estudiará la mejor técnica para cada mujer en particular, e incluso combinará varios métodos para lograr el resultado más armónico posible cuando hay aspectos a remodelar independientemente en cada uno de los senos -mamas asimétricas-.


Dra. Nélida Grande
Colegiada nº 25.161
Doctora Especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética

CLÍNICA NÉLIDA GRANDE
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CLÍNICA DIAGONAL 

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