17 Sep Rejuvenecimiento con hilos tensores: antes y después
Si bien muchas personas asocian los tratamientos de estiramiento facial con la necesidad de entrar en quirófano, como sucede con el lifting, los hilos tensores no requieren cirugía. Sin embargo, son muy eficaces para reducir significativamente tanto la flacidez como las arrugas y líneas del rostro. En este artículo exponemos los resultados de un tratamiento con hilos tensores (antes y después), aclarando también cómo funcionan -una cuestión que suele despertar dudas-, cuándo están recomendados y cómo es el postoperatorio.
¿Qué son los hilos tensores y cómo actúan?
La técnica de los hilos tensores no solo tiene un efecto inmediato de soporte al tejido facial, sino que también ofrece beneficios «desde dentro», ya que acelera la producción natural de colágeno y elastina. Están fabricados con filamentos biocompatibles y reabsorbibles, su procedimiento se puede realizar en menos de una hora en una consulta de medicina estética.
Una vez insertados, los hilos actúan en dos niveles:
1. Efecto lifting inmediato: tensan y elevan la piel, combatiendo los signos de flacidez. Gracias a ello, proporcionan una mejora notable en la definición de los pómulos, la mandíbula y otras áreas donde la piel ha comenzado a perder tonificación.
2. Estimulación de colágeno y elastina: a medida que los hilos tensores se integran bajo la piel, desencadenan una respuesta del cuerpo basada en la producción de nuevo colágeno y elastina. Estas dos proteínas son esenciales para mantener la piel elástica y juvenil. Y, en general, para mejorar su calidad.
Resultados de los hilos tensores: antes y después
Por la doble acción que acabamos de señalar, los resultados de los hilos tensores -antes y después- son sinónimo de rejuvenecimiento. No obstante, los efectos son visibles progresivamente.
Aunque instantáneamente se puede observar una piel más firme y tersa (el mencionado efecto lifting), el resultado completo no se aprecia hasta pasadas unas semanas. Con el tiempo, el colágeno generado rellena las áreas de la piel que comienzan a mostrar líneas finas o arrugas, beneficio que continúa en las semanas y meses posteriores a la aplicación.
¿Cuándo están recomendados?
Los hilos tensores están particularmente recomendados cuando la flacidez empieza a afectar a la definición facial, pero sin que esta sea tan severa como para requerir un lifting quirúrgico.
Uno de los signos más comunes que indican que los hilos tensores pueden dar un óptimo resultado es la piel caída en los pómulos, la mandíbula o el cuello. En pacientes con piel más joven, los hilos tensores pueden proporcionar un ligero ajuste, manteniendo el rostro firme sin alterar su expresión natural. Y en personas más mayores, cuando la flacidez es más evidente, ofrecen una solución no quirúrgica para recuperar la firmeza y la tonicidad del rostro. Ya sea una flacidez leve o más grave, el médico estético adapta el número de hilos y su colocación a cada paciente en concreto.
¿Cuánto dura el efecto de los hilos tensores?
Los hilos tensores son reabsorbidos por el cuerpo entre seis y doce meses después de su colocación, pero los resultados pueden durar aún más tiempo. Esto se debe a la producción de nuevo colágeno que sigue ofreciendo soporte a la piel incluso después de que los hilos se hayan desintegrado. Generalmente, los efectos completos pueden durar entre uno y dos años, dependiendo del tipo de piel, la edad y otros factores individuales.
Además, el tratamiento puede repetirse si se desea mantener el rejuvenecimiento logrado. Muchas personas optan por realizar sesiones de retoque cada año o cada dos años para mantener una apariencia más joven.
El postoperatorio: pautas fáciles a seguir
Otra ventaja de este tipo de técnica es la simplicidad de su postoperatorio. La introducción de los filamentos es prácticamente indolora, aunque en algunas ocasiones se puede aplicar anestesia local en las zonas a tratar para minimizar cualquier posible molestia durante la intervención.
Después del procedimiento, el paciente puede retomar sus actividades cotidianas casi de inmediato con las debidas precauciones. Es posible presentar una ligera inflamación o hematomas en las zonas tratadas, pero que desaparecerán en pocos días. Únicamente se aconseja no hacer ejercicio durante unos días, aplicar los productos recomendados por el especialista, no masajear la zona y dormir boca arriba durante siete días, aproximadamente.
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