Las sorprendentes y numerosas propiedades naturales de las semillas de Chía

16 Jun Las sorprendentes y numerosas propiedades naturales de las semillas de Chía

Estas semillas, cultivadas sin fertilizantes químicos, han demostrado ser las orgullosas portadoras de las siguientes cifras: contienen cinco veces más calcio que la leche entera (bueno para los huesos), dos veces más potasio que los plátanos (importante en la mayoría de las funciones vitales), el doble de proteínas que cualquier otra semilla (imprescindibles para el crecimiento del organismo), y es la fuente vegetal más rica en ácidos grasos Omega3 (muy recomendable para reducir el colesterol). 

Pero no sólo eso, sino que tiene el triple de hierro que las espinacas (necesario para el transporte del oxígeno en sangre), es tres veces más antioxidante que los arándanos (es decir, que nos protege de agentes externos y enfermedades) y suministra a nuestro cuerpo todos los aminoácidos esenciales (para el mantenimiento muscular y la generación de energía). La Chía es, además, una excelente fuente de fibra y tiene un efecto saciante. Ambos efectos ayudan a luchar contra la obesidad.

Por todo ello se denomina «superalimento», ya que tiene mayor variedad y cantidad de nutrientes que otros alimentos más comunes. Como valor añadido, no tiene gluten, por lo que es apto para los celiacos. La forma de consumirla es algo peculiar, debido a que hay que mezclar en un vaso la dosis diaria -la recomendada para comenzar es 5 gramos- con el doble de agua o zumo, removiendo y dejándolo reposar una hora hasta que se forme una textura de gelatina.

Su sabor es agradable y suave, casi imperceptible, y además se puede incluir en recetas como salsas, postres, batidos…. Es muy versátil y efectiva, y por ello la relación calidad/precio es muy razonable. No ha habido mucha publicidad de la Chía, pero Internet y el boca a boca han dado una reciente popularidad a estas semillas tan especiales.

Su curiosa historia

En la época precolombina, la Chía era uno de los cuatro alimentos básicos de las civilizaciones de América Central (Aztecas y Mayas). Sus semillas se utilizaban para hacer medicinas y eran la base de su alimentación y de sus animales. Los Mayas, en agradecimiento por las cosechas, hacían ofrendas a los dioses de esta semilla en el valle de México, 3.500 años a.C. Por su lado, los Aztecas usaban también la Chía en la elaboración de ungüentos cosméticos. A nivel nutricional, era fuente de energía para travesías prolongadas y alimento para los guerreros, por eso es conocida como «el alimento de las caminatas.»


Más tarde, cuando los nativos fueron reprimidos y se eliminaron sus tradiciones, muchos cultivos fueron eliminados por su «asociación con la religión». No obstante, la ciencia moderna ha concluido que aquellas dietas precolombinas eran superiores a las que actualmente se consumen en la misma región, y la Chía, que sobrevivió en pequeñas parcelas en áreas montañosas, vuelve ahora a retomar su papel en la nutrición extendiéndose su consumo al resto del mundo.




Dra. Nélida Grande
Colegiada nº 25.161
Doctora Especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética
CLÍNICA NÉLIDA GRANDE
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