
03 Mar Lipofilling facial: sus 5 beneficios, cuánto cuesta y duración
El lipofilling facial es una técnica que se utiliza para rejuvenecer el rostro desde una perspectiva integral, paliando tanto la pérdida de elasticidad como las arrugas y surcos, dando a su vez volumen a zonas hundidas y regenerando la piel. Se trata de un tratamiento quirúrgico que no conlleva incisiones y es muy seguro, porque se realiza a través de rellenos con grasa propia del propio paciente, lo que se denomina en términos médicos ‘lipoestructura’. En este artículo te contamos todos los beneficios del lipofilling facial, desde el punto de vista de los problemas estéticos que corrige. Y te informamos del precio que puede tener esta sencilla operación, cuyos efectos, sin embargo, son muy duraderos.
¿Qué es el lipofilling facial? Pasos y resultados
Un lipofilling facial es un procedimiento que consiste en extraer grasa de una parte del cuerpo del paciente, procesarla y luego infiltrarla en áreas específicas del rostro para restaurar volumen y mejorar los contornos faciales. Pero este método no solo «rellena» pequeños hundimientos, sino que también regenera los tejidos, proporcionando un rejuvenecimiento global en la zona. Pensemos que la grasa inyectada contiene células madre y factores de crecimiento que estimulan la producción de colágeno y elastina, mejorando la calidad de la piel desde su interior.
El primer paso del lipofilling facial es la extracción de grasa mediante una liposucción suave en áreas como el abdomen o los muslos, con cánulas finas para preservar la integridad de las células grasas. Posteriormente, en su procesamiento la grasa se purifica para eliminar impurezas, y se prepara para su uso facial.
Por último, se inyecta cuidadosamente en las áreas de la cara que requieren tratamiento, en un trabajo minucioso donde el objetivo es una distribución uniforme y natural. Es importante destacar en este punto que no se añaden productos químicos ni sustancias externas, solo la grasa propia, lo que descarta alergias y efectos secundarios por rechazo.
Los 6 problemas que resuelve el lipofilling facial
Falta de volumen facial
En primer lugar, esta técnica restaura el volumen que falta, por ejemplo en la barbilla (para un perfil más definido) o en los pómulos. Los pómulos hundidos, o demasiado planos, aportan un aspecto cansado y envejecido. Pero también se puede aplicar el relleno en los labios, si se desea. En definitiva, la finalidad de los cirujanos aquí es restaurar el volumen perdido en la zona media y baja del rostro, con una naturalidad que se nota con el tacto.
Surcos y arrugas profundas
Este tipo de lipoestructura también es idóneo para rellenar arrugas muy profundas, y las que se han convertido en surcos. Por ejemplo, los nasogenianos, que van desde la nariz hasta las comisuras de la boca. En estos y otros casos, el relleno se integra con los tejidos circundantes, dando como resultado un aspecto muy natural. En general, se consigue suavizar -muy visiblemente- la apariencia de estos pliegues.
Ojeras hundidas y decoloradas
Para corregir esta problemática, los especialistas podemos recomendar también el lipofilling, sobre todo si la ojera tiene una apariencia muy hueca. Además, con la introducción de grasa se puede mejorar la coloración de la piel en la zona. Todo ello revierte en una mirada más descansada y joven.
Cicatrices faciales deprimidas
Son las cicatrices que tienden a hundirse las que, sobre todo, se pueden tratar con el lipofilling facial. La grasa infiltrada llena las áreas hundidas debido a la pérdida de tejido subyacente, nivelando la superficie de la piel y reduciendo la visibilidad de las cicatrices, aunque estas no desaparecen totalmente.
Caída del óvalo facial y mentón
A medida que envejecemos, el óvalo facial tiende a perder su forma debido a la pérdida de volumen, la flacidez y la aparición de arrugas. Ante este problema, el lipofilling o lipoestructura facial puede mejorar el contorno de la mandíbula, mejillas y barbilla -lo que, en conjunto, se entiende como óvalo facial-. Los expertos podemos trabajar esta zona creando una línea más definida, y una forma más equilibrada y suavizada. El mentón aquí es una zona estratégica, cuya línea se puede afinar.
Piel de poca calidad y apagada
Las células grasas que se aplican en este tratamiento también ejercen otra función por sí mismas: estimulan la producción de colágeno y elastina, mejorando la calidad y textura de la piel. Este aumento en la producción de dichas proteínas contribuye a la firmeza y elasticidad de la piel. Recordemos que la grasa purificada contiene células madre y factores de crecimiento, que por defecto renuevan la piel y le dan luminosidad.
Lipofilling facial: precio y duración de los efectos
El lipofilling facial en nuestras clínicas puede costar entre 800 y 1.500 €, dependiendo de las necesidades de cada paciente. Pero su verdadero valor está en la duración de sus efectos. Los resultados iniciales son visibles a partir de las primeras semanas, pero los definitivos se aprecian aproximadamente a los seis meses, y pueden durar más de tres años. Esto se debe a que una parte muy significativa de la grasa transferida permanece a largo plazo.
En este sentido, los rellenos de grasa propia tienen una vida mucho más larga que los realizados con ácido hialurónico, estando estos destinados a correcciones más localizadas. No olvidemos que el lipofilling facial se recomienda cuando lo necesario es una solución más completa.
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